EL EFECTO INMEDIATOEs increíble como cada día la sociedad se mueve más hacia la constante búsqueda de la satisfacción inmediata; hacia un egoísmo disfrazado de éxito que cada vez se propaga más y más como un cáncer Terminal.
Cada vez más la gente se topa con un vacío que no encuentran cómo llenar, una pérdida de identidad que los lleva hacia un liberalismo desenfrenado, hacia una libertad que parece ser una elección personal, cuando en realidad no es más que un encarcelamiento de la identidad personal y un encadenamiento hacia las dependencias artificiales y materiales que nos rodean y bombardean de manera persistente.
El dinero, la fama, la celebridad y el reconocimiento se convierten cada día más en las prioridades de todas las personas, quienes buscan estas cosas a costa de lo que sea, dejando al lado la integridad, los valores, las características trascendentales que componen a un ser humano; dejan de ser humanos para convertirse en consumidores compulsivos y esclavos de las modas e imposiciones de la sociedad actual. Dejan de preocuparse por las cosas a largo plazo y se enfocan en llenarse de satisfacciones inmediatas que por lo general tienen efectos efímeros. Es como comer un dulce en lugar de una verdura; buscas llenarte de algo exquisito aunque sabes que no es buen para ti, en ese momento te hace sentir bien aunque a la larga te hace mal, pero prefieres eso en vez de una verdura aburrida e insípida que aunque a la larga te puede salvar la vida en ese momento no es lo que tu voluntad caprichosa desea.
Hoy en día, dinero se convierte en sinónimo de éxito
LA FAMA INFAME Y EL ESPECTADOR VUOYERISTALas posesiones vistosas; carros de lujo, joyas despampanantes, la “mejor” ropa, los mejores accesorios y los lujos de última moda. Todas estas cosas se han convertido en un símbolo de “éxito” quimérico por el cual mucha gente se va con la finta, el cual mucha gente desea lograr, y el cual mucha otra gente disfruta admirar.
Hoy en día hay de tres sopas:
1) El que está sumergido en los anhelos de fama y celebridad, que quiere que todos lo volteen a ver, que quiere llamar la atención a como de lugar, que su prioridad es salir en el periódico y en la tele. Le gusta presumir, estar en medio de todo, ser conocido (no igual que reconocido) y su vida consta de pequeños momentos secuenciales en los que al aburrirse de una cosa tiene que pasar a la siguiente. Su carro debe ser siempre del año, sus lentes caros deben ser cambiados con regularidad por los que estén de moda, y hasta su pareja debe ser la de mejor cuerpo, mejor vestida y probablemente con el mismo vacío interior que el suyo. El ejemplo perfecto es la ridícula “profesión” ahora mundialmente reconocida, aceptada, y anhelada por muchos, que ha sido inventada de hace unos años para acá; la profesión del “Socialité”. Una persona que se dedica a vestirse bien, mantener un buen cuerpo, ser vista en público, ir a fiestas, salir en la tele y en el periódico. Y esto es una profesión. Lo peor de todo es que realmente puedes hacer una carrera de esto, sin tener ningún talento y ninguna preparación artística o profesional, solo dinero y deseo de atención. Un Socialité la hace en la vida porque no nadamás se dedica a presumir, sino que parte de su trabajo (aunque ésta persona lo ignora total y completamente) consiste en llenar el vació de muchas otras personas. Lo cual resulta irónico, porque ni física, ni metafórica, ni figurativa ni literalmente se pude llenar un vacío con otro vacío. Lo cual me lleva al segundo tipo de personas.
socialité; una nueva "profesión"???
2) El Espectador Vuoyerista. Es esa persona que no se encuentra a sí misma, que sus expectativas de vida giran alrededor de los demás: de la gente que ésta considera exitosa, del tipo de persona que quisiera ser pero que su inconsciente mediocridad y sus depresiones internas no le permiten siquiera intentarlo. El tipo de persona que centra sus conversaciones en las vidas personales de los demás, de las celebridades, de la gente con dinero, con fama, etc. Es aquella persona que se ha visto sumergida en una pasividad que la mantiene inerte, al margen de sus capacidades físicas y mentales, que no se interesa por mejorarse a sí misma y en vez de esto opta por ver qué hacen los demás, y admirar a la gente que según ella ha alcanzado el éxito.
3) Después está el tercer tipo de persona, de las cuales hay pocas pero sin embargo se requieren en el mundo para poder mantener cualquier tipo de balance – si es que lo puede haber. La tercer persona es aquella que está más en lo correcto y dirige su vida con una identidad propia. Bien o mal, rica o pobre, esta persona no se centra en satisfacer placeres egoístas y temporales, sino que trata de ir más allá de lo que la sociedad influencia e impone. Es la persona que no se deja afectar por la artificialidad de nuestra sociedad actual, y que actúa con fines ajenos a sí mismo, no centrado en su propio bienestar sino en el bienestar de la gente que quiere y que lo rodea. Esta persona se enfoca en hacer diferencias, cambios y no se estanca en lo mundano, en la existencia inerte ni las metas de mero resultado material.
LA SALIDA RÁPIDA, EL ESCAPE TEMPORAL DE LA REALIDADAlgo a lo que le tengo miedo es sin duda la tele. Es demasiada tentación nadamás olvidarte de todo y ponerte a ver la tele, distraerte por horas con programas muy entretenidos y de muy buena calidad. Sin embargo, yo creo que la televisión ya está llegando –o más bien ya llegó- a niveles de influencia muy por arriba de lo debido.
Los medios –en especial la tele- son hoy en día los que dictan lo que está bien, lo que está mal, lo que se vuelve normal, lo que la sociedad quiere oír, lo que la sociedad debe hacer, lo que está de moda, etc. etc. etc. La influencia que tiene la televisión sobre nosotros es monumental. Si bien hay mucha programación de cultura, de información valiosa, también hay mucha otra dedicada a moldearnos y hacernos ver las cosas de cierta manera. Y a fin de cuentas, sea lo que sea que estás viendo en la tele, lo que realmente importa es con qué intención lo ves, qué tanto te dejas influenciar y hasta dónde te dejas sumergir dentro de la caja negra.
la televisión nos absorbe y consume
Lo peligroso de hoy en día – o al menos uno de los peligros – es que la gente empieza a tomar la televisión como un serio pasatiempo, dejando a un lado otras cosas muy importantes en la vida, otras actividades que pueden ser muy fructíferas y lo que yo creo ser lo más serio es que dejas de interactuar con la gente, con tu alrededor, con tus seres queridos.
Cada vez más se nota como la gente divide sus actividades diarias incluyendo a la televisión. Por ejemplo: Las 24hrs de un día, muchos las reparten así: 8hrs de trabajo, 8hrs de dormir, 2hrs de desayunar, comer y cenar, 2hrs de interacción personal de algún tipo, y 4hrs de tele. Es decir, es común que la gente solo pase alrededor de 2hrs diarias interactuando con su alrededor, con otras personas, con su comunidad, o simplemente realizando cualquier otro hobby de formación sana!
Las personas buscan un escape de sus vidas diarias, de sus rutinas, de sus preocupaciones, de lo que sea, y por lo tanto optan por estar conectadas a la televisión, aventándose generalmente programas de puro entretenimiento, y muchas veces adictos a las famosas series televisivas que cada vez han cobrado más auge y popularidad. Piensen en esto: la televisión lleva más de 50 años en la humanidad, y sin embargo en los últimos años se ha disparado exponencialmente su influencia y su contagiosa adicción.
La gente ha dejado de tener pensamientos propios y ha optado por la comodidad de dejar pasar el tiempo mientras se olvida de lo que pasa a su alrededor y se deja de preocupar por su verdadero bienestar interno. Esto ocasiona una supresión del intelecto intrínseco que define a cada individuo, lo cual lleva a una vida de sedentarismo disimulado por actividades que se caracterizan por desconectar los sentidos humanos y reemplazarlos por una continua recepción de información que parece detener las manecillas del reloj solo para llevarlo a la falsa idea de un placer merecido y recompensado.
LA GENTE BONITA Y EL SACIAR DE LOS CAPRICHOS POR EL PLACER TEMPORAL.
La superficialidad y la errónea idea que la gente tiene de ser diferente solo lleva a una uniformidad entre los individuos, quienes cada vez más suprimen sus verdaderas personalidades con el supuesto fin de distinguirse entre las masas y encajar en lo que la sociedad ha llegado a considerar aceptable y exitoso.
El sexo ha desplazado al amor
La constante búsqueda de buscar la mejor apariencia física y portar las mejores prendas solo lleva a relaciones vacías y basadas en ilusiones actuales que se ven reflejadas en revistas, películas y programas televisivos. El sexo se convierte en algo más importante que el amor ya que lo que se busca es saciar el placer temporal. “Hoy me interesa que mi pareja se vea bien. Hoy me interesa que mi pareja me satisfaga sexualmente. Hoy me interesa que mi pareja se vea bien en público”. Olvidando que estas cosas efímeras resultan inevitablemente en la infelicidad de todo individuo que basa sus prioridades de dicha manera. Pero los valores indudablemente se van a segundo plano, las cualidades humanas que conforman a una persona cálida y de buenas intenciones dejan de ser prioridad ya que este tipo de características humanas van cada vez más en desacuerdo con el saciar del egoísmo individual.
El alto índice de divorcios es otro indicador de lo mal que las parejas actuales han tomado sus decisiones, muchas veces basándose en las cosas equivocadas al momento de dar ese gran paso. Esto aunado al egoísmo general que impera en la sociedad y en el cual cada individuo ve por su bienestar antes que por el de los demás solo lleva a la intolerancia en las relaciones, buscando de esa manera la salida fácil y rápida, sin batallar.
La gente ya no está conforme con vivir una vida normal, buscan algo extraordinario pero lo buscan por medio de un camino fácil y sin obstáculos. Lo cual no hace más que llevar a las personas a perder sus valores humanos y caer en vicios y acciones deplorables que llevan a la autodestrucción y el daño ajeno con tal de satisfacer ese seudo-éxito que anhelan obtener.
Altos índices de alcoholismo, drogadicción, cyber-adicción etc. son solo otros cuantos problemas que se pueden mencionar debido a la pérdida de verdadera individualidad y la degeneración social de la que todos somos víctimas actualmente. El “yo primero” domina más personalidades cada día y no permite al ser humano desarrollarse íntegramente.
LA CARENCIA DEL VERDADERO ARTISTA REEMPLAZADO POR LA CELEBRIDAD CONTEMPORANEAYo me he preguntado desde hace mucho tiempo: ¿por qué actualmente no hay Einsteins, Miguel Ángeles, DaVincis? Claro, hay mucha gente brillante y constantemente hay nuevos inventos y Premios Nóbel. Pero, personalmente, siento que de un tiempo para acá hacen mucha falta esas personalidades únicas que han distinguido a la humanidad desde los principios de la civilización. Hacen falta esos genios que han llevado su ingenio un paso más adelante porque lo han mezclado con esfuerzo, arduo trabajo y gran sabiduría.
Hay más de estos gueyes que Da Vincis
Pensaría que contando actualmente con una población más grande que nunca, de alrededor de seis billones de personas, tendríamos en nuestros tiempos una gran cantidad de eminencias y seres capaces de cambiar el mundo con sus talentos. Sin embargo, esto no parece ser así, o por lo menos no tan notable como se creería.
Mi teoría al respecto es que quizá hoy en día los verdaderos genios también son víctimas de lo que nuestra sociedad impone. Quizá requieran también de resultados inmediatos para recibir el apoyo ajeno o el ánimo interno para llevar a cabo sus metas y objetivos.
Quizá se ven amenazadas por la definición que actualmente se le ha dado a un artista o a una celebridad: alguien que tiene popularidad, fama y dinero.
Tal vez se vean intimidados por el supuesto fracaso que implica no tener dinero y no tener una buena posición social si van tras sus sueños y metas. Pero así han sido la gran mayoría de los genios que han sobresalido en nuestra historia. De hecho, una cosa que tienen en común –casi todos- es precisamente el hecho de tener que remar en contra de la marea. Tal vez estas cosas han afectado este tipo de eminencias.
O quizá han sido suprimidas un sinfín de mentes brillantes porque en lugar de poner en práctica sus conocimientos, ejercitar sus cerebros y desarrollar sus talentos, se han quedado tirados en sus casas en un sofá, viendo la tele.
EL REEMPLAZO DE LA ESPIRITUALIDAD RELIGIOSA POR LA SATISFACCIÓN TERRENAL
Cada vez la gente es más renuente hacia la religión. Esto se puede deber a muchos factores; errores humanos cometidos por las instituciones religiosas en el pasado, el mal ejemplo de unos cuantos clérigos, el cambio de ideologías hacia una aceptación basada en hechos científicos, entre muchas otras. Pero resalta mucho una razón que cada vez se ve más en nuestra sociedad y es el cómo la gente comienza a poner a la religión en segundo plano cada vez más debido a la búsqueda de los resultados inmediatos.
La gente cada día se aleja más de la espiritualidad para moverse hacia los placeres mundanales. El hecho de que la religión –generalmente- no traiga satisfacciones instantáneas y tangibles, hace que la sociedad se concentre más en las cosas que pueden controlar, que pueden ver, tocar, y disfrutar, dentro de un espacio humano y “real”. Las personas se comienzan a preocupar más por su calidad de vida en este mundo, por sus posesiones materiales, su nivel socioeconómico, y cosas por el estilo que proveen de placeres inmediatos, palpables, y perceptibles a los sentidos humanos.
Sin embargo, se va perdiendo la espiritualidad -de cualquier religión que ésta provenga- y con este efecto se comienzan a perder otras cosas muy importantes que el buen estado espiritual generalmente conlleva, como la calidad humana, los valores, las buenas obras, y un sinfín de cualidades positivas que trae el tener paz y desarrollo espiritual.
PENSAMIENTO COMPLEMENTARIOAnteriormente las personas se definían por sus acciones; eres lo que haces. Yo creo que hoy en día la gente se define por el significado que tienen sus acciones, la intención que tienen estas acciones, ya que el egocentrismo y la superficialidad no hacen más que generar daños a corto o largo plazo, mientras que las acciones llevadas a cabo con buenos fines invariablemente terminan por ofrecer un efecto positivo en la persona y su alrededor.
Esa tarde, Gnomo Kool se sentía aburrido; estaba lloviendo y él estaba viendo la tele dentro de su árbolcasa. Cambiaba de canal incesantemente dándole vueltas y vueltas a toda la programación, cuando de repente se le ocurrió algo:
