Las Aventuras de Gnomo Kool

Esa tarde, Gnomo Kool se sentía aburrido; estaba lloviendo y él estaba viendo la tele dentro de su árbolcasa. Cambiaba de canal incesantemente dándole vueltas y vueltas a toda la programación, cuando de repente se le ocurrió algo:
“Con mi gran habilidad mental y buen verbo”, dijo en voz alta (el guey habla solo), “convenceré a todos de hacer una gran fiesta aquí en mi árbolcasa”.


il Pug-o

Así que salió en busca de su buen amigo Il Pug-o. Antes de tocar en la puerta, Il Pug-o ya lo estaba esperando, pues su olfato era inequívoco. “¿Qué se te ofrece Gnomo Kool? ¿Qué haces en la lluvia?”. Gnomo Kool le explicó sus planes y lo invitó a su casa para hacer la fiesta. “Llevaré mis discos de Curtis Mayfield”, dijo Il Pug-o felizmente. "Tu lleva lo que quieras guey, puedes llevar a Curtis Martin si te late. Ah, y corre la voz guey!", se despidió GK.


Trolofeo

Gnomo Kool continuó su misión ahora visitando la casucha de Trolofeo. Éste lo dejó entrar para que GK le explicara los planes. ”Ok, pero no hay pedo si no me baño verdad?”, preguntó Trolofeo, quien no era muy afecto al agua. “No guey, no hay pedo”, contestó Gnomo, “nomás ponte un chingo de loción guey, y corre la voz a toda la raza pa que le caigan!”, concluyó.


Larry MonKing

Ya que andaba por ahí, aprovechó para buscar a Larry MonKing, quien más que un amigo era un conocido, y de hecho no caía muy bien el guey, especialmente cuando se ponía pedo. Pero Larry a veces invitaba las cheves, y era una persona muy agresiva, así que lo mejor era tenerlo de tu lado. "Qué chingados quieres pinche Gnomo culero ojete hijo de la rechingada!!!!?", le dijo Larry MonKing en cuanto lo vió llegar a su casa. Gnomo le explicó el plan de la fiesta, a lo que Larry solamente se quejó y se quejó por como veinte minutos, sobre que no estaba preparado para eso, que no tenía un atuendo nuevo para estrenar, y que no se había terminado de depilar las piernas. Pero finalmente accedió, "Está bien pinche Gnomo cabrón jijo de tu rrepinchecolas! Voy a ir, pero nadamás lo hago por las perrillas, ni creas que por ustedes. Y ojalá que no vaya el Trolofeo apestoso, pinche vato sucio, ni le digas a ese cabrón!", concluyó.

Fue así que Gnomo Kool prosiguió invitando a todos sus amigos del bosque y de la ciudad.
Después fue al supermercado y compró todo lo necesario para festejar; pisto, cigarros, fritos, y varios gramos de hierba de gnomo de la que te hace volar. Se hacía tarde y ya había varios amigos y amigas esperándolo en su casa para iniciar la fiesta, cuando de pronto saliendo del supermercado se le acerca una chiquilla que él no había visto antes, y ésta le dice;


la chiquilla

“¿Hey, a dónde vas con todas esas cosas?”
“Voy a mi arbolcasa a hacer una fiesta!”, contesta Gnomo con una sonrisa.
“¿Por qué no mejor me acompañas?”, le pregunta la chica.
“Perdona, no puedo, mis invitados ya me esperan en casa, y siendo el anfitrión no puedo tardarme mucho, y mucho menos faltar, yo estoy organizando todo!”
“Si, pero te voy a ofrecer sexo gratis, tu y yo, y mis dos hermanas, somos triatas”, le sugiere lascivamente.
“Ok, vamos”, dijo Gnomo Kool. Después de todo siempre había sido un chico fácil.