once once a.m.
Aquel día, quería estar deprimido. No lo estaba, pero quería estarlo. Era como si su vida fuera tan aburrida que el estar deprimido le daría una razón para vivir. ¿Cuánta gente no habrá así, hoy en día?
Nunca le habían roto el corazón, pero quería sentirlo, intentaba sentirse destrozado, como si lo hubieran dejado, como si lo hubieran traicionado, como si lo hubieran abandonado, como si el amor de su vida lo hubiera cambiado por otro.
Pero esto jamás había pasado. Ahora no se sentía normal. Pensaba en su vida, en lo que había hecho y en todas las cosas que quería hacer. Pero en ese momento no quería nada. Pensó en el suicidio, pero no encontró ninguna comodidad en esa idea, no era su estilo, no era su necesidad. "¿Qué debo hacer entonces?". Aunque realmente, quizá no había nada que hacer, quizá solamente era un momento para ser, un momento para estar, un momento para existir. Quizá realmente no debía planear nada, ni hacer nada, ni ir a ningún lado, ni hablar con nadie. ¿Pero entonces qué?
Se puso la mano al pecho, al corazón, sintió sus latidos. Volvió a pensar; en amores pasados, en muertes de seres queridos, en despedidas indefinidas, logros y fracasos. "¿Por qué tengo este sabor de boca?".
Sacó su cartera, vio unas cuantas fotos que ahí portaba; "gente a la que quiero, gente que me quiere". Siguió sin una respuesta, y peor aún, sin un sentimiento.
Dinero, amor, hijos, un carro, una casa, viajes, amigos, mujeres, familia, una carrera, una maestría, trajes, ropa, muebles, una televisión, un negocio exitoso, un negocio fallido, impotencia, prepotencia, poder, sexo, salud, enfermedad, vida y muerte.
"Si tuviera otras experiencias, si hubiera vivido otras cosas. Si en mi vida hubiera más tragedia, o quizá más felicidad. Si existiera un amor perdido rondando este mismo planeta en el que estoy. Todos reducen su vida en algo relacionado al amor. Si yo no lo tuviera, o si lo tuviera. Si esa mujer estuviera en este momento lejos de mí, enojada conmigo para siempre, engañándome, tratándome mal, intentando cambiarme por alguien mejor, queriéndome reemplazar. No estoy deprimido, no estoy feliz; solo estoy". Le regresó esa idea a la cabeza; el amor perdido que realmente nunca había perdido. ¿Porque nunca lo tuvo?
No sé, quizá si, o quizá porque nunca lo quiso. Todo siguió igual.
Nunca le habían roto el corazón, pero quería sentirlo, intentaba sentirse destrozado, como si lo hubieran dejado, como si lo hubieran traicionado, como si lo hubieran abandonado, como si el amor de su vida lo hubiera cambiado por otro.
Pero esto jamás había pasado. Ahora no se sentía normal. Pensaba en su vida, en lo que había hecho y en todas las cosas que quería hacer. Pero en ese momento no quería nada. Pensó en el suicidio, pero no encontró ninguna comodidad en esa idea, no era su estilo, no era su necesidad. "¿Qué debo hacer entonces?". Aunque realmente, quizá no había nada que hacer, quizá solamente era un momento para ser, un momento para estar, un momento para existir. Quizá realmente no debía planear nada, ni hacer nada, ni ir a ningún lado, ni hablar con nadie. ¿Pero entonces qué?
Se puso la mano al pecho, al corazón, sintió sus latidos. Volvió a pensar; en amores pasados, en muertes de seres queridos, en despedidas indefinidas, logros y fracasos. "¿Por qué tengo este sabor de boca?".
Sacó su cartera, vio unas cuantas fotos que ahí portaba; "gente a la que quiero, gente que me quiere". Siguió sin una respuesta, y peor aún, sin un sentimiento.
Dinero, amor, hijos, un carro, una casa, viajes, amigos, mujeres, familia, una carrera, una maestría, trajes, ropa, muebles, una televisión, un negocio exitoso, un negocio fallido, impotencia, prepotencia, poder, sexo, salud, enfermedad, vida y muerte.
"Si tuviera otras experiencias, si hubiera vivido otras cosas. Si en mi vida hubiera más tragedia, o quizá más felicidad. Si existiera un amor perdido rondando este mismo planeta en el que estoy. Todos reducen su vida en algo relacionado al amor. Si yo no lo tuviera, o si lo tuviera. Si esa mujer estuviera en este momento lejos de mí, enojada conmigo para siempre, engañándome, tratándome mal, intentando cambiarme por alguien mejor, queriéndome reemplazar. No estoy deprimido, no estoy feliz; solo estoy". Le regresó esa idea a la cabeza; el amor perdido que realmente nunca había perdido. ¿Porque nunca lo tuvo?
No sé, quizá si, o quizá porque nunca lo quiso. Todo siguió igual.
posted by double d at
5:12 PM
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